El 13 de marzo, un día antes del inicio del estado de alarma, en Gandia fuimos los primeros que optamos para cerrar nuestra playa. Y, paradojas de la vida, el 1 de junio, coincidiendo con el comienzo de la fase 2 de la desescalada, hemos sido los primeros de la provincia de València en abrir los servicios de la playa al cien por cien. Finalmente, ahora hemos podido iniciar una campaña turística que estaba previsto que comenzara durante las Fallas. Una temporada que será atípica, y en la que será necesario que nos acostumbremos a las medidas de seguridad y de control de aforos en nuestras playas. Sin embargo, en Gandia podemos decir muy alto que, como todos los años, habrá temporada y tendremos verano.
Esta situación inédita ha provocado que nos reinventemos. De repente, sin esperarlo, nos hemos visto obligados a cambiar toda la planificación de una campaña turística que se divisaba esperanzadora. Hay que entender que la pandemia es global y las decisiones, en el ámbito local, tienen que adoptarse con la máxima prudencia. Por eso, siempre estamos actuando al compás de las instrucciones que marcan las autoridades sanitarias, disponiendo de un protocolo en el ámbito turístico para homogeneizar la desescalada en Gandia.
Así, ya hace bastantes semanas que estamos trabajando intensamente con un modelo para garantizar esa seguridad a nuestros visitantes. Todos somos conscientes que no podíamos dejar pasar el verano por la incidencia que tendría sobre la economía de nuestra ciudad. Eso sí, conjugando siempre economía y seguridad sanitaria. Porque la salud es lo primero.
En tiempos de incertidumbre y de crisis sanitaria, las encuestas dicen que la gente solo viajará a los destinos que prevea como seguros. Y Gandia, sin duda, es uno de ellos, ya que estamos preparados para poder acoger a turistas y visitantes en las máximas condiciones de seguridad e higiene. Nuestro principal objetivo a estas alturas es que el turista pueda disfrutar de nuestra ciudad sin miedo a contagiarse.
Por eso, nos estamos posicionando como un destino seguro con una batería de propuestas que pretenden hacer compatible el distanciamiento social con la actividad económica y turística, para que la pandemia afecte lo menos posible a nuestro turismo, un sector clave en nuestra ciudad.
En esta batería de propuestas hemos implantado algunas medidas pioneras que están obteniendo mucha repercusión en los medios de comunicación, con cadenas de televisión de ámbito estatal que están haciendo numerosas conexiones en directo y que se están desplazando hasta la playa de Gandia, poniéndonos como ejemplo de cómo se tienen que hacer las cosas. Hablamos de la ampliación de las terrazas del sector hostelero para recuperar parte del aforo que se haya podido perder a consecuencia de esta crisis; del histórico cierre al tráfico del paseo marítimo que al fin se ha podido hacer realidad; o de esos ‘kits’ para parcelar la playa y garantizar un espacio seguro que ya se han hecho famosos, un elemento más que nos ayudará de manera simpática y sencilla a protegernos, el cual es orientativo y no obligatorio.
A nadie se le escapa que contamos con un aliado perfecto: la extraordinaria y magnífica extensión de la playa Nord, con cerca de 200 metros de amplitud. Y es que los gandienses somos afortunados al disponer de una de las playas más grandes y espléndidas de todo el Mediterráneo. De este modo, los miles de metros cuadrados de arena que tenemos garantizarán que se puedan mantener las distancias entre los bañistas. Contamos con una costa privilegiada y no tendremos la presión otras playas mucho más reducidas.
Otra de las ventajas con los que partimos es que en Gandia disponemos de un turismo muy fiel, con una gran cantidad de propietarios de segundas residencias. En este sentido, estamos en buenas condiciones para atraer visitantes de toda España, entre ellos los valencianos que viven en las comarcas próximas a la Safor. En estos momentos hay que apelar a la demanda ya conocida, la que habla de nuestras fortalezas como destino turístico en las redes sociales.
En Gandia ya hemos puesto todos los medios y recursos que tenemos a nuestro alcance para que arranque la temporada de verano. Porque nos lo hemos ganado todos durante el confinamiento y tenemos derecho a pasar unos días de esparcimiento, aunque sean poquitos, para desconectar. No nos engañemos: las personas necesitamos viajar y disfrutar de unas vacaciones, sobre todo por la situación que hemos vivido los últimos meses. En estos momentos, la gente está buscando de nuevo la felicidad para saborearla de otro modo, con más intensidad.
El sector turístico necesita, como aire para respirar, la libertad de viajar y de moverse; un sector que ha soportado toda clase de dificultades y que ha salvado la cara de nuestra economía y de la cohesión social. Pero, tal vez, nunca volveremos a ser los mismos. Es más, no tendríamos que ser los mismos. Tendríamos que tratar de ser diferentes y de ser mejores. La pandemia del coronavirus nos ha puesto a prueba y todos estamos respondiendo con altura de miras. Tenemos que aprovecharlo.
Tenemos que estar junto a nuestro sector turístico y del lado de sus ideas, proyectos e ilusiones para que pueda resistir a esta crisis. Sabemos que los destinos deprimidos y melancólicos ni vencen ni convencen. Por eso, ahora que ya estamos volviendo a la nueva realidad, en Gandia vamos a competir con el mayor de los entusiasmos, ofreciendo nuevamente alegría y felicidad. Y lo tenemos que hacer juntos y mucho más unidos. Será, entonces, cuando nuestra autenticidad, nuestros valores y nuestra hospitalidad adquirirán todo su significado. Soy una persona optimista y estoy convencido que pronto volveremos a celebrar la vida. La humanidad se vacunará contra este virus y nuestro destino turístico lo hará contra la tristeza.
Cuando acabe la desescalada, volverán a fluir con intensidad la vida y los sentidos en nuestra playa. Y este fármaco denominado esperanza lo dispensaremos aquí, en nuestra ciudad. Volveremos a fabricar emociones. Volveremos a emocionar. Superaremos juntos todo esto y estoy seguro que seremos mejores. Y, en este camino, Gandia no dejará de brillar, porque continuará brillando en cada uno de nuestros turistas y de todos nosotros.
Vicent Mascarell Tarrazona (concejal de Turismo y Playas en el Ayuntamiento de Gandia)
Artículo de opinión publicado el 10 de junio de 2020 en gentedelasafor.es