El Grupo Municipal Socialista de Gandia ha comparecido hoy en rueda de prensa para lamentar públicamente la decisión del cierre de la Universidad Popular Infantil (UPI). Una medida que para el concejal Vicent Mascarell supone “un ataque contra la ciudad educadora que conseguimos con la complicidad de padres y educadores a lo largo de muchos años de trabajo”.
Para los socialistas, esta actitud de ir en contra de la UPI es “ir contra la educación”, una política muy peligrosa porque, según ha explicado Mascarell, “una de las inversiones más importantes para salir de la crisis es la que se realiza en educación y en formación de las personas que son el futuro de nuestra sociedad”.
Por eso, Mascarell ha advertido del peligro que corre Gandia de perder el título de ciudad educadora “si el PP sigue con las políticas culturales que está llevando a cabo, privatizando las escoletes y cerrando la UPI”.
Diana Morant ha lamentado que el PP de Torró haya escogido, como ya es costumbre, los medios de comunicación como canal para informar de esta decisión, demostrando la poca transparencia del gobierno. Y raíz de las declaraciones que ha hecho Torró asegurando que el edificio “no tiene ninguna utilidad”, Morant ha explicado cuál es esta utilidad y cuál fue el espíritu de la UPI, a la que ha calificado como un proyecto “ambicioso, atractivo y pionero en toda España”.
Morant ha recordado que este edificio, que tuvo reconocimiento por su arquitectura integrada con el ambiente natural del entorno, no tuvo ningún coste para los ciudadanos, dado que se pagó con dinero del segundo Plan E. Su espíritu, según Morant, era “ofrecer un amplio abanico de actividades pensadas para estimular los primeros contactos con los conocimientos culturales y artísticos en los más pequeños”.
La regidora socialista ha explicado que esta idea está avalada por especialistas en materia educativa que consideran que es tan importante los conocimientos como las aptitudes y las habilidades. Además, el proyecto cumplía con otra función: ayudar a conciliar la vida laboral y familiar, aportando una propuesta para que los más pequeños pudieran aprendieran en horario extraescolar.
Morant ha recordado que la UPI fue todo un éxito de participación, y que en los tres meses que funcionó, un total de 1.100 niños y niñas participaron en las actividades oficiales que se organizaron, a las que hay que sumar los que disfrutaron de otros talleres extraordinarios. Además, la UPI daba trabajo a dos personas fijas (el bedel y el coordinador) además de una persona de refuerzo en momentos puntuales, y también a tres o cuatro monitores (dependiendo de las actividades) por semana.
Por todo esto, Mascarell ha pedido a los miembros del gobierno del PP “que le paren los pies a Torró y le hagan ver que estas decisiones no nos llevan por la línea que se debería de seguir, porque no benefician en nada a nuestros ciudadanos”.
Diferencia entre Cultura y Ocio
Por último, Morant ha querido poner de manifiesto que los miembros del gobierno del PP “confunden ocio y cultura”. Así, para Morant, los conciertos de Julio Iglesias o Pantoja son actividades de ocio, mientras que otras propuestas que ya son historia, como la propia UPI o la exposición de La Caixa, así como la programación del Teatre Serrano, que también parece que corre peligro de privatización, son “cultura en mayúsculas y ayudan a fomentar la educación”.