El PSPV pide la retirada del proyecto del campo de golf en el marjal por el impacto ambiental, la poca aceptación social y la nula viabilidad económica

Los socialistas en el Ayuntamiento de Gandia han pedido hoy al Gobierno del PP la retirada del proyecto de construcción de un campo de golf en el marjal de Gandia, “no sólo por el severo impacto ambiental que supondría, sino también por su poca aceptación social, su carencia de atractivo turístico y su nula viabilidad económica”.

Los socialistas han presentado hoy las alegaciones al Plan Especial del Marjal (aprobado por el PP en enero y que estaba en la fase de presentación de alegaciones) por considerar que el “único objetivo real” del PP para aprobar este Plan es “hacer jurídicamente posible la ubicación de un campo de golf en terrenos protegidos”.

El socialista Vicent Mascarell ha explicado que el sector donde el PP pretende ubicar el campo de golf está clasificado como suelo no urbanizable protegido y en él predominan los usos agrícolas, hábitats de interés comunitario, lagos naturales, prados húmedos, fauna catalogada, acequias y canalizaciones. Por tanto, su transformación en campo de golf “tendrá evidentes efectos para las especies vegetales y animales, un impacto paisajístico de primer orden y supondrá un peligro para el patrimonio etnológico”.

Además, Mascarell ha recordado “el alto coste ambiental que supondría su mantenimiento”, con un extremo consumo de agua que implicaría caras inversiones que el Ayuntamiento tendría que acometer, así como el uso de abonos y pesticidas que tendrían efectos colaterales en la flora y la fauna.

Todo esto añadido a que, según el Plan General de Ordenación Urbana de Gandia, “el espacio donde iría el campo de golf está clasificado como suelo no urbanizable protegido”, de manera que en él sólo se permiten los usos agrícola, de caza y pesca, didácticos y de estudio del medio, “incompatible con dotaciones de equipamiento deportivo”. Además, se trata de un área lindante con una zona húmeda catalogada, para las que se establece “un perímetro de afección de 500 metros que no se da en este caso”.

Por su parte, la socialista Diana Morant ha destacado la “carencia de aceptación social del proyecto”, comenzando por el hecho de que los propietarios afectados “apenas han recibido información por parte del Gobierno del PP”. Además, el Plan ha generado rechazo porque el golf “es una actividad ajena a nuestra cultura que implicaría la transformación de un territorio agrícola”, porque los vecinos “temen una pérdida en su calidad de vida”, porque da la sensación de que el Gobierno del PP “se extralimita en sus competencias para favorecer esta operación”, porque las instalaciones no estarán abiertas al uso general de la población y porque su alto coste puede suponer “un aumento de los impuestos”.

Asimismo, ha afirmado que el campo de golf tendría “un escaso interés turístico”, puesto que los turistas de este deporte prefieren otras muchas comunidades autónomas antes que la valenciana. También influye la existencia de magníficas instalaciones en un radio de 35 kilómetros, lo que hace la competencia “claramente inviable”.

Morant ha criticado también que “la iniciativa, la inversión y la gestión la lleve a cabo el Ayuntamiento y no la iniciativa privada”, lo que demuestra “la poca confianza que se tiene en su rentabilidad económica”. En un contexto de crisis en el que el Gobierno del PP ha abandonado servicios y prestaciones sociosanitarias, ha explicado la edil, “es difícil justificar el uso de dinero público para construir una instalación deportiva en suelo no urbanizable”, cuando no existe “ningún estudio económico o social y se desconoce el coste final, quién financiará la obra y qué coste tendrá la expropiación”.

Por todo ello, los socialistas han pedido la retirada del Plan Especial del Marjal, cuyo “único objetivo es hacer jurídicamente posible la ubicación de un campo de golf en suelo protegido”, o en su defecto la eliminación del plan especial correspondiente a la dotación deportiva. Por último, han reclamado que se inicien los trámites para “formular un nuevo Plan del Marjal con la participación de propietarios, residentes y toda la sociedad civil”.