El impago generalizado a proveedores del Ayuntamiento de Gandia, tiene consecuencias para todas aquellas empresas que trabajan con el municipio y también para los ciudadanos. Los socialistas queremos denunciar que el bono taxi, una realidad desde hace dos legislaturas, se ha quedado en nada. El colectivo de taxistas que prestaba este servicio se niega a realizarlo hasta que el Ayuntamiento abone la deuda por el mismo.
El bono taxi arranca bajo el gobierno socialista con un convenio entre el Ayuntamiento y el colectivo de taxistas. El programa va dirigido a facilitar el transporte a aquellas personas con movilidad reducida Se trata de un bono que cubre cuatro euros por cada trayecto hasta un máximo de 135 bonos por persona y año. El PP, en su día, anunció que modificaría el convenio. Tres años después, ni lo ha hecho ni ha pagado la deuda contraída, dejando que el bono taxi languidezca e impidiendo a sus usuarios una movilidad regular.
Liduvina Gil ha pedido al gobierno municipal que “si quiere cambiar algo que funcionaba, que lo cambie; lo que no puede es excusarse en ello para dejar sin servicio a las personas que lo necesitan. Además, para que la prestación del servicio sea la adecuada los taxistas deben cobrar por ello”. Y ha recordado que mientras el alcalde gasta miles de euros en un coche privado para irse a Madrid, “los ciudadanos con movilidad reducida de Gandia se ven limitados en sus desplazamientos urbanos”.