La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Gandia, a propuesta del alcalde, José Manuel Prieto, ha dado el visto bueno unánime a la concesión del título de Hija Adoptiva de Gandia a título póstumo a Victoria Fernández Prieto. La corporación municipal de Gandia aprobará este título, regulado por el Reglamento Municipal de Honores y Distinciones, en el transcurso de un pleno extraordinario que se celebrará el próximo jueves 28 de abril, cuando se cumple el primer cumpleaños de la muerte de Victoria Fernández.
Se trata de la segunda mujer que recibe un título honorífico por parte del Ayuntamiento de Gandia, después de que Reme Lloret, fundadora del comedor social de Bunyoleres Sense Fronteres, fuera nombrada Hija Predilecta de Gandia en 2017. Por otro lado, es la tercera vez que Gandia nombra a un Hijo Adoptivo a título póstumo. Lo hizo en 2010 con el padre escolapio Vicent Faus y posteriormente, en 2019, con el fundador de la Fundació Espurna, José Pedro García Canet.
Atendidas estas circunstancias, el alcalde de Gandia, con el parecer favorable unánime de la Junta de Portavoces, ha acordado el otorgamiento del título de Hija Adoptiva a título póstumo “a quien fue una de las grandes mujeres emprendedoras a Gandia y la Safor”. Prieto ha señalado que “la contribución de Victoria Fernández no supuso solo una mayor prosperidad y riqueza económica para nuestro territorio, sino que su esfuerzo y su tenacidad al frente de Dulcesol se convirtieron en una gran promoción económica, empresarial e incluso social de la ciudad de Gandia y de la comarca de la Safor, fruto de su incansable aportación”.
De igual manera, el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Vicent Mascarell, ha asegurado que “hoy Gandia es una ciudad mejor. Y las ciudades son grandes en la medida que lo son sus ciudadanos. Por eso, con este nombramiento hoy le volvemos a Victoria Fernández una pequeña parte de lo que esta mujer ha aportado a Gandia”.
Victoria Fernández Prieto nació en Malvedo (Asturias) el 28 de diciembre de 1934, pero ejerció su trayectoria profesional entre los municipios de Villalonga y de Gandia, donde también tuvo residencia. Fue cofundadora, junto con su marido, Antonio Juan, de la compañía Dulcesol, en la década de los cincuenta del siglo pasado. Inicialmente, la compañía funcionaba exclusivamente como una panificadora que llegaba a toda la comarca. Es en la década de los años sesenta cuando Victoria, junto a su marido, Antonio, deciden que es el momento de innovar y de diversificar la oferta de la empresa. La visión creativa e innovadora de Victoria, junto con la ambición emprendedora y las ganas de crecer de Antonio, dieron un magnífico resultado.
En 1972, Victoria Fernández inventa las ‘Glorias’, las primeras magdalenas cuadradas del mercado. Su particular composición, su original forma y su precio competitivo fue todo un éxito y marcó un hito de aquello que iba a ser la compañía en los siguientes años. A raíz de la muerte de su marido en 1983, Victoria Fernández se puso en el frente de la compañía y fue en los años de su dirección cuando Dulcesol dio el salto del ámbito regional al nacional, consiguiendo situarse a lo largo de las siguientes décadas entre las grandes firmas de la bollería industrial española y generando numerosos puestos de trabajo en Gandia y la Safor.
En 2007, tras más de cinco décadas en primera línea, Victoria Fernández pasó el testigo a la segunda generación de la familia, sus tres hijos: Rafael, actual consejero delegado, Mariola y Juan José, aunque continuó manteniéndose muy activa en todos los aspectos relacionados con la gestión de la compañía, que en 2019 pasa a denominarse Vicky Foods en homenaje a su cofundadora.