Las alegaciones socialistas y la contradicción del PP frenan el intento de rescate de los párkings.

Las alegaciones presentadas por el PSPV-PSOE a la llamada “Operación rescate” que pretendía indemnizar a las concesionarias de los aparcamientos públicos de Gandia, han surtido efecto. El portavoz del gobierno municipal, Víctor Soler, anunciaba esta mañana que no las contestará ya que, directamente, suprime la propuesta, según él, “por problemas de encaje jurídico”. Una paralización ya que según el propio Soler, van a seguir intentando pagar a las empresas privadas por un negocio que no les ha salido rentable.

Además, dos de las medidas estrella en materia de movilidad urbana, a las que los socialistas nos opusimos desde el principio, han sido desestimadas casi dos años después: el cobro de un euro por estacionar en los aparcamientos en superficie y la ampliación de la zona azul.

Para Vicent Mascarell “la rectificación de estas propuestas muestra la necedad, improvisación e inviabilidad de la iniciativa”. Al mismo tiempo, ha contestado a Victor Soler que “tras 3 años de gobierno sonroja que continúe hablando de la herencia cuando no es capaz de distinguir las diferencias entre “concesión” y “privatización”.

Mientras vende plazas públicas de aparcamiento en Corea

Las 79 plazas de aparcamiento público del sótano de la Escoleta Infantil de Corea se venderán al mejor postor. Es una de las medidas aprobadas por el PP en la comisión de urbanismo de hoy con la oposición del PSPV-PSOE al entender que se trata de un barrio donde se necesitan plazas de aparcamiento y no se pueden vender las pocas existentes.

La medida se contradice con el intento por parte del gobierno del PP de rescatar las concesiones de las más de 2.000 plazas de estacionamiento públicas que suman República Argentina, Plaça El·líptica, Serpis, Prado y Passeig Marítim.

Para Vicent Mascarell “tras este intento de venta de patrimonio público se encuentra la necesidad inmediata de dinero” ya que entre las distintas posibilidades de explotación existentes, como la concesión, el alquiler individual o el colectivo, han optado por la que genera mayor liquidez, pero que es “pan para hoy y hambre para mañana”.