Torró paga un millón de euros a la Citroën para ocupar el edificio y un mes después el negocio sigue abierto

El Grupo Municipal Socialista ha hecho pública hoy una nueva operación en la compra del edificio de la Citroën por parte del Ayuntamiento de Gandia. Si hace unas semanas los socialistas denunciaban el pago por anticipado de 500.000 euros en concepto de cesión de las instalaciones, hoy se ha conocido que, sólo 10 días después de aquel primer pago, Torró abonó otro medio millón de euros.

Tal y como ya anunciaron los socialistas, el convenio firmado con los propietarios del edificio incluía la posibilidad de avanzar hasta un millón de euros por este concepto. Un dinero que se ha pagado a pesar de no haberse concretado todavía un precio de expropiación. Pero hoy, el concejal socialista Vicent Mascarell, ha criticado un aspecto más grave todavía: un mes después de haber cobrado el millón de euros, el negocio sigue abierto y funcionando con normalidad.

Según ha demostrado Mascarell con documentos en mano, el día 28 de febrero se firmó el decreto para el pago de la primera mitad, y el día 9 de marzo salió el decreto de la segunda parte. En total, un millón de euros que, para Mascarell, suponen que “Torró paga antes los compromisos electorales y los favores políticos personales que a los proveedores e, incluso, a trabajadores municipales”.

El concejal socialista ha preguntado “qué interés tiene Torró en pagar tan rápidamente un edificio que todavía no se ha ocupado por parte del consistorio”, y ha criticado que “mientras el gobierno dice que no hay dinero para convenios, sueldos, escoletes o UPG, y se suben impuestos, pagan un millón de euros, más de 160 millones de las antiguas pesetas, no sabemos muy bien para qué”.

Por todo esto, el Grupo Municipal Socialista ha criticado el oscurantismo con el que Torró y su gobierno están llevando a cabo toda esta operación que consideran está repleta de vicios y se ha realizado en fraude de ley. Así, recuerdan que se disfrazó de expropiación lo que realmente era un acuerdo de compra-venta para dar legalidad a la operación, dado que una administración pública no puede comprar edificios sin publicidad y concurrencia.

Además, se prefirió expropiar un terreno privado teniendo suelo público a pocos metros, una acción que permitió contemplar, por primera vez en la historia, una expropiación a un negocio privado en funcionamiento celebrada a bombo y platillos por los propietarios, que ya han cobrado un millón por anticipado sin que haya precio de expropiación y sin que hayan abandonado el edificio.