Se acerca las elecciones y, ante la inminente perdida del gobierno, el PP y sus secuaces se afanan por exprimir la maltrecha economía de Gandia. Lo que ya hicieron en abril, regalar la explotación de los chiringuitos, se prolonga ahora con ocasión del puente de mayo. Ante los negros pronósticos electorales y el final del chollo que han disfrutado esta legislatura, el PP trata de retener, al menos, el voto de los beneficiados por su política de coste cero para su amigos y que lesiona en miles de euros las arcas municipales.
Si abril hablábamos de culminación del latrocinio, toca ahora hablar de desfachatez al aprovechar, sin vergüenza, el potencial turístico de Gandia para beneficiar a sus amigos en perjuicio de la ciudad y de los empresarios que mantienen viva la playa todo el año y deben afrontar, nuevamente, la competencia desleal del entorno del poder. Sin ir más lejos, un socio de Pepe Just, Benjamín Sanz, es el concesionario del chiringuito número 2, mundialmente conocido por Gandia Shore. Sin olvidar que muchos de los que verán nuevamente regalada la explotación de los chiringuitos deben todavía el canon por la explotación durante el verano. Unos chiringuitos que le costaron a Gandia más de 2 millones de euros para que se sirvan ahora de ellos, sin ningún tipo de contraprestación, las empresas amigas.
Por esta cuestión, los socialistas han planteado una recusación al concejal Pepe Just que se debatirá en el próximo pleno municipal. El concejal socialista Vicent Mascarell recuerda que “Esto no puede ser casual. No estamos ante una falta de previsión sino ante una estrategia calculada y premeditada para beneficiar a socios y amigos a pocos días de las elecciones”.