La plaza del Rei Jaume I acogió ayer la inauguración de la segunda edición de la Plaça del Llibre, que convierte a Gandia por unos días en la capital del libro y de la literatura del País Valenciano. Al acto acudieron el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, la concejala del Instituto Municipal de Archivos y Bibliotecas (IMAB), Liduvina Gil, la subdirectora general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rosa Codonyer, el presidente de la Fundació FULL, Jesús Figuerola, la jefa de servicio de Fomento de la Lectura de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, Carmina Prats, y otros representantes del mundo editorial y entidades colaboradoras de este encuentro literario.
Tal como indicó el alcalde en su discurso inaugural, el año pasado “Gandia fue la primera ciudad no capital de provincia al sumarse a este encuentro de la literatura en valenciano”. Así pues, desde ayer hasta el próximo domingo 22, se llevarán a cabo más de 40 actividades programadas: presentaciones de libros, tertulias literarias, firmas y espectáculos infantiles como cuentacuentos. Como novedad de este año también tendrá lugar un taller de grafiti, a cargo de la artista Galleta María, y la emisión de un podcast literario en directo. Presentado por Quim Ruiz, Lourdes Frasquet y Empar Puerto, en ‘Gent Ràndom’ se repasa la actualidad literaria y cuestiones vitales con un toque de humor.
La segunda edición de la Plaça del Llibre de Gandia ofrece una gran variedad de actividades para todas las edades y gustos. Participan este año 18 editoriales y 150 como parte del fondo bibliotecario. Desde Gandia colaboran las librerías de la ciudad Ambra Llibres, Llibreria Ferrer y Gavina Llibres. “Gandia, cuna de los clásicos del Siglo de Oro de la literatura valenciana y territorio nutrido de poetas y escritores de reconocido prestigio celebra que esta Plaza se convierta por unos días en punto de encuentro ineludible de autores, libreros, editores y sobre todo, lectores”, expresó el alcalde.
Prieto hizo referencia también a la promoción de la lectura desde el IMAB: “Hay que hacer una tarea diaria de concienciación, hay que generar el buen hábito de la lectura desde las edades más tempranas, y esto es lo que hacen, de manera impecable, nuestras bibliotecarias”. A partir del trabajo, “muchas veces silencioso”, se consigue que muchos “niños y niñas, usuarios de las bibliotecas, acaban convirtiéndose en grandes lectores, en personas capaces de discernir y de opinar, y con un gran bagaje cultural y enormes dosis de humanidad”.